-Desde aquí se llega al terminal para abrir las salidas de emergencia, y una de ellas esta en la misma habitación- parecía muy indecisa, estando la libertad tan cerca
-¿Qué pasa?- Preguntó Alan, pero en seguida lo adivinó- Je me supongo que no dejarían esta sala sin protección continua, ¿no?
-Exacto- respondió Misato- Prepárate, no sé cuántos habrá, espero que no más de dos. Yo abro tú disparas, ¿de acuerdo?.
A toda respuesta Alan asintió, y levantó el arma- Misto abrió, y se echó a un lado con presteza. En el interior había un par de ankers con sus armaduras pesadas, las cuales estaban hechas de diferentes placas de metal, y con un generador de escudo cada una, también llevaban el casco cuadrado, con la franja en medio, que era el visor. Alan disparó sendas ráfagas a los dos, pero los escudos duraron lo suficiente, para que levantasen las armas, y disparasen unas cuantas veces, los escudos de Alan aguantaron bien, en cambio los de los ankers no aguantaron una segunda ráfaga, y aunque tuvieran puesta la armadura, el láser de su rifle la atravesó con facilidad. Entraron el la estancia, del estilo de el resto de la nave, con cápsulas de escape, ocho en total.
-¿Cápsulas de desembarque?- preguntó Alan- ¿Estamos a mucha altura?
-La suficiente para necesitarlas-le contestó Misato- Estamos en la planta superior de la torre , debemos usar una de ellas e inutilizar las otras, para evitar que nos sigan enseguida.- De repente una alarma estruendosa empezó a sonar- ¡Mierda!
-Debe de haber sensores térmicos y de presión, han debido detectarnos, debería haberlo pensado- Se quedó pensativo un momento- Vale, tu encárgate de activar las cápsulas y preparar los explosivos, yo te cubro la puerta es estrecha, no sabré bloquearla en cierre, pero me puedo cubrir y darte tiempo, ¿Esta claro?- Misato asintió- Pues en marcha, deben de estar al llegar
Misato corrió hacia la terminal, una pantalla acuosa en la pared, y saco un papel del bolsillo, era un esquema de lo debía pulsar, ni se acordaba del tiempo que le había llevado hacerlo. Mientras Alan se parapetó junto la puerta y apuntó, aguardando, no tardaron. Cuatro bok llegaban, con sus oscuras y ligeras armaduras, no le cubrían los brazos ni la cabeza, realmente su armadura era muy débil, lo que les hacía temibles eran su ferocidad y su número. Alan no dudó, y comenzó a disparar. Los escudos apenas resistieron, y sus disparos terminaron agujereando el cuerpo de los atacantes, su sangre azulada salpicó por las inmaculadas paredes. El último en caer, se había deslizado por el techo y estuvo a punto de llegar hasta él. Pronto divisó a más.
-Llamad a seguridad extrema ya, un sujeto se ha escapado- quien lo dijo fue un Sethzi, indudablemente al mando, con una bata que parecía médica, no era un soldado, pero debía de tener un rango elevado pues dijo- Vosotros dos, al ataque- se lo dijo a los dos ankers que tenía al lado. Ambas criaturas avanzaron disparando sus escopetas de ataque, el láser disparado era dispersado, por lo que alcanzaba no a un objetivo, si no sobre varios
-¡Mierda!- exclamó Alan a la vez que se cubría, no era mal tirador, ni mal soldado, pero si empezaban a llegar más estarían perdidos- ¡¿Cuánto falta?!-le gritó, para hacerse oír por encima de los disparos, a Misato
-Un poco, dame un minuto más
-¡Lo intentaré!, pero no te lo prometo-Volvió a disparar, debilitando los escudos de los atacantes, el mismo recibió un par de impactos, pero sus escudos apenas lo notaron. Los ankers se cubrieron tras una de las puertas del pasillo, y en cuanto el primero se asomó para disparar, Alan lo fulminó. Su cuerpo cayó inerte hacia delante, supuso que el otro se le pensaría dos veces antes de atreverse, pero a los que no les importaba es a los bok, dos de ellos fueron saltando de un lado para otro hacia su dirección, al primero consiguió abatirle, pero el segundo casi lo degüella, pero logró esquivarlo y golpearle con la culata del rifle. En ese momento el anker aprovecho para darle de lleno, acabando con sus escudos, tendría que esperar para que se recargasen, disparó varias veces desde la cobertura y sin mirar para que no se aproximasen mucho.
-¡Ya!-Gritó Misato
-¡
Ambos corrieron hacia una de las capsulas, antes de entrar cogió la mochila con explosivos, la abrió, y activó uno antes de tirarla hacia la puerta, después entro. La capsula era un espacio semicircular, con un ventana en el fondo, dos bancos y un terminal de navegación sobre la ventana. Misato entró primero, después Alan, justo en ese momento se cerró la compuerta.
-He activado el modo contención- dijo Misato con una sonrisa
-¿Y eso inutilizará las otras capsulas para que no nos sigan?- preguntó Alan
-No- Misato le sonrió- Eso hace que se lancen todas las cápsulas de la base. Alan le devolvió la sonrisa
Las cápsulas salieron despedidas, atreves de las paredes de metal se oyó el estruendo de la explosión, y una llamarada salió de los ventanales de la torre, Alan se quedó mirándolo, mientras se alejaban en descensión hacia el bosque que rodeaba la fortaleza, y hacia la libertad